Utah Motorsports Campus es el destino más importante para las carreras en el Beehive State, en Grantsville, 30 millas al oeste de Salt Lake City. El génesis de este complejo de deportes a motor llegó en 2006 cuando Larry H. Miller, dueño de la franquicia de la NBA Utah Jazz, trajo al diseñador de pistas de carrera sudafricano Alan Wilson a fin de crear un campo de juegos para los corredores de automóviles, motocicletas y kartings del Estado. Los resultados fueron sólidos: cuatro circuitos de carreras multipropósito que brindan segmentos de alta velocidad combinados con trayectorias técnicamente desafiantes para todo tipo de vehículos a motor.
Los paisajes alrededor de Utah Motorsports Campus son destacables, con las montañas Wasatch llenas de nieve en el horizonte y cielos despejados la mayor parte del año. Cada uno de sus cuatro trazados tiene algo para ofrecer: el Outer Circuit es una de las pistas de carreras más rápida de Estados Unidos. los circuitos este y oeste son pistas muy demandantes que pueden operarse en simultáneo. El trayecto completo es la segunda pista de carreras más larga de Estados Unidos. Muchas asociaciones profesionales de carreras tienen al Utah Motorsports Campus como sede regular en sus temporadas de carreras, incluyendo al AMA Superbike Championship, NASCAR K&N Pro Series West, American Le-Mans Series, así como varios otros eventos relacionados.
El circuito completo de Utah Motorsport Campus es el más extendido y técnicamente desafiante de los cuatro trazados disponibles para carreras en la pista de Salt Lake. Hay 23 curvas en este circuito de carreras de 4.47 millas, el segundo más largo de los Estados Unidos después de Thunderhill Raceway Park en California. El circuito completo tiene todas las características que cada corredor de velocidad ama tener en una pista: desde rectas largas para pisar el acelerador hasta el fondo, hasta combinaciones de curvas izquierda/derecha, derecha/izquierda, con cambios de elevación decentes a lo largo de la pista, etc. Varias curvas son tan largas y cerradas que los pilotos escucharán sus cauchos chillar y sentirán las fuerzas G actuando con todo su esplendor.